Culturas organizacionales éticas

En las culturas organizacionales no podemos dejar de lado la verificación de la congruencia de los valores individuales de quienes integran a la organización con los valores que la empresa promueve.

A veces, como parte de los rasgos característicos de una cultura organizacional encontramos la presencia colectiva de antivalores o bien, de valores en los que grupalmente hay un cumplimiento parcial. La existencia de esto indica que indudablemente hay un problema que, de no atenderse, abre las posibilidades para que cualquier persona o un grupo de personas, e independientemente del puesto o posición jerárquica en la organización, cometan o sean víctimas de un acto deshonesto, o de corrupción, o de acoso o de violencia física o emocional.

Además de que es un problema al interior de la organización, es un riesgo que puede llevar a consecuencias legales graves. Por lo que es indispensable atenderlo debidamente y de una manera proactiva.

Partiendo de las definiciones tenemos por un lado que, los valores son las cualidades que individualizan el modo de ser y el comportamiento de una persona consigo mismo y con los demás. Los valores representan los sentimientos y orientan la conducta, se manifiestan en todo momento y son evidentes cuando se tienen que tomar decisiones o se presentan dificultades.

Por otro lado, la moral es el conjunto de valores, normas y creencias que ayudan a perfilar lo que se acepta o se rechaza en el comportamiento social. Esto a la vez, da los parámetros individuales para juzgar el comportamiento de las personas.

Un discurso organizacional basado en los valores y la moral ayuda a modelar socialmente lo que se acepta o se rechaza en colectivo. El discurso debe integrar elementos clave relacionando principios y tratando de impactar positivamente a las creencias, por lo que toda persona que tiene personal a su cargo debe manejar el mismo lenguaje y ser afín a los intereses éticos y morales de la organización.

La honestidad es una cualidad humana que consiste en pensar y actuar de manera justa, recta e íntegra. Y puede evaluarse de manera individual y colectiva a través de las conductas y de la forma de pensar.

Para identificar el estado actual de la congruencia de los individuos con los valores que promueve la organización, se aplica una intervención de consultoría con la ayuda de una evaluación de integridad, esto permite a las empresas conocer su situación y promover estratégicamente el desarrollo de una cultura organizacional más ética para disminuir riesgos al prevenir casos de corrupción, robos, asociación delictiva, acoso o violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

Con nuestro equipo de consultoría podemos apoyarle a evaluar si la cultura ética organizacional está en alineación a sus valores y metas estratégicas, a definir alternativas como lo son la comunicación y la capacitación, así como a influir en el entorno de negocios donde compite con su reputación de jugador ético.

Partiendo de un diagnóstico realizado con herramientas tecnológicas y científicas, nos convertimos en aliado para las empresas en la gestión de honestidad, ética y cumplimiento ayudamos a las organizaciones a definir e implementar programas que mejoren o impulsen el desarrollo de una cultura organizacional ética.

Test Amitai

Nuestra experiencia permite al equipo directivo reforzar y fomentar la alineación hacia las expectativas organizacionales del comportamiento ético, tanto de los valores universales como de las creencias, y lo hacemos de manera individual y grupal.

No dude en contactarnos para poder definir e instrumentar una estrategia que impacte positivamente en la Cultura Ética Organizacional de su empresa.

Con esta información, imagínese qué tipo de programas de desarrollo puede implementar si cuenta con los reportes individuales, y además un reporte analítico que integre cada área de negocio o bien a su empresa completa.