Actualmente está de moda hablar de la transformación digital, se dice que impacta en gran medida a los modelos de negocio, esto es muy cierto, sin embargo, las aplicaciones administrativas, los sistemas de control de plantas productivas y de la cadena de suministro, son los que recibirán el mayor impacto o perderán su sentido si no sufren los cambios evolutivos necesarios derivados de la transformación digital.
Es curioso que, a consecuencia de esta época de contrastes y cambios tecnológicos tan disruptivos, dejemos de preocuparnos de lo vertiginoso del cambio y su impacto en el entorno de negocios, pasando ahora más tiempo revisando y tratando de comprender los avances tecnológicos. Sabemos que las empresas tienen que adaptarse y responder si quieren participar como jugadores activos en los mercados donde compiten y poder lograr en su transformación digital desarrollar diferenciadores competitivos. Lo sabemos, pero no tenemos claro cómo hacerlo.
Confiar en el conocimiento de las personas que encabezan el área de TI, ya no es suficiente. Esta complejidad requiere en cierta medida la comprensión del impacto que habrá en la estrategia del negocio y en sus modelos operativos, a consecuencia de la transformación digital y de las tecnologías relacionadas, es imprescindible hacerlo desde el nivel de CEO e involucrando también como algo inusual, al Consejo Directivo.
El CEO tiene ahora mayor responsabilidad en el ámbito tecnológico, debe proporcionar la dirección y encausar el sentido hacia donde la empresa responderá a los retos que demanda la nueva economía, misma que se refiere a la evolución del entorno de negocios hacia una economía basada en el conocimiento y en la tecnología enfocados principalmente al cliente final para resolver o crear necesidades.
También el CEO, debe centrar el modelo de negocios de la empresa para reaccionar a la creciente ola de empresas pequeñas, que van incursionando como activos jugadores en los mercados ganando importancia a pasos agigantados, para satisfacer necesidades de sus clientes, consumidores finales, empleados y otros interesados, no olvidando también contemplar objetivos sociales.
Además, el CEO debe comprender que estamos a los inicios de la 4ª. Revolución Industrial representada por la ola de avances tecnológicos que están afectando y cambiando la forma en la que vivimos, pensamos, trabajamos, sobrevivimos, nos comportamos e interactuamos humanos y máquinas, en cualquier sistema digital, físico e incluso biológico.
Esto genera nuevos desafíos para crear conocimiento teórico-práctico y poder transmitirlo de manera eficaz a todo el equipo directivo para encauzar, conducir y dirigir los esfuerzos y presupuestos de inversiones y gastos para pasar de usar la tecnología para soportar las operaciones de negocios a conducir un negocio por medio de la tecnología.
El reconocido estratega en temas de tecnología de la información Otto Berkes, en su libro titulado “Digitalmente remasterizado” menciona que para poder transformar digitalmente a la empresa es necesario comprender que “al habilitar la tecnología para estar en contacto con los clientes es una forma en que la empresa, sus marcas, sus productos y servicios, serán representados, comunicados y evaluados, por lo que la tecnología debe permitir a sus clientes estar en contacto y satisfacer sus necesidades por medio de experiencias basadas en software”[i].
Lo anterior implica que el entendimiento tradicional del uso de la tecnología al contar con aplicaciones robustas para las operaciones de negocio como lo son los ERP’s, ahora debe dar un giro estratégico e implementar soluciones que permitan desarrollar relaciones con los clientes y romper las barreras que los separan. La forma de lograr esto es por medio de la implementación de tecnologías complementarias que permitan identificar y responder a sus necesidades, tal como se logra con el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial (AI).
Por todo lo anterior, el CEO debe definir como actor principal, la estrategia de transformación digital de la empresa para capitalizar las enormes oportunidades que trae la tecnología evitando perder competitividad. Esto representa un desafío de gran envergadura, ya que implica ver a la tecnología como parte de la solución de negocios, ya no como un medio. Además, todo el equipo de la Alta Dirección debe empezar a hablar el mismo lenguaje tecnológico y desarrollar las competencias digitales requeridas para afrontar estos retos.
Vale la pena mencionar que en la décima edición de la encuesta de PwC llamada Global Digital IQ Surveys de 2017, se destaca que la confianza de los ejecutivos para afrontar los nuevos retos digitales ha ido en declive conforme pasan los años (de 66% en 2014 a 52% en 2016), esto se debe a que, con el paso del tiempo, se van comprendiendo mejor las implicaciones y expectativas para llevar a buen término este tipo de proyectos y se calibra mejor en contraste con las capacidades organizacionales.
Esto incrementa la incertidumbre del camino a tomar, por ello el CEO debe reflexionar acerca de los cambios inminentes en sus funciones y responsabilidades, preparándose así para ser el principal conductor ejecutivo de la transformación.
Artículo publicado por la misma autora en la revista CEO LATAM.
Copyright © La autora es Patricia Luna Arredondo, socia fundadora y directora de Calimeria Business Intelligence, SA de CV, empresa especializada en soluciones para la alta dirección y gerencia, dedicada a desarrollar la capacidad de ejecución estratégica y competitividad de personas y organizaciones en diversos temas relacionados con la gestión y desarrollo de negocios. calimeria.com
[i] Berkes, Otto (2016). Digitally Remastered: Building Software into your business DNA. Wiley. P4