Categorías
Cultura Organizacional Gobernanza Software Intelligence Transformación digital

La estrategia, la cultura, la gobernanza y la transformación digital

La transformación digital es cuestión principalmente de software, pero también de una transformación de la estrategia y de la cultura.

Aprovechando que actualmente estamos experimentando un cambio no deseado y muy forzado, una experiencia de trabajo diferente poniendo en prioridad el cuidado de la salud de todos, estimo que se acelerarán y definirán cambios no esperados y tampoco diseñados en la cultura de la organización, sobre todo en la forma en la que nos relacionamos y trabajamos. No hay que dejar de tomar el pulso a la organización y no perder de vista si esta transformación es la que la organización realmente necesita para afrontar esta contingencia.

Estamos en los años en que la moda es hablar de la transformación digital y el cambio en el entendimiento del modelo de negocio, esto implica pasar de usar la tecnología para soportar las operaciones del negocio, a conducir un negocio por medio de la tecnología.

Otto Berkes (2016), en su libro titulado “Digital­mente remasterizado” menciona que para poder transformar digitalmente a la empresa es necesario comprender que, “al habilitar la tecnología para estar en contacto con los clientes es una forma en que la empresa, sus marcas, sus productos y servicios, son representados, comunicados y eva­luados, por lo que la tecnología debe permitir a sus clientes estar en contacto y satisfacer sus necesidades por medio de experiencias basadas en software.

En otras palabras, la transformación digital implica hacer un uso intensivo del software en todos o prácticamente la mayoría de los procesos con los que opera el negocio. Sin embargo, no hay que olvidar que esta transformación no solo implica tecnología, sino también una transformación de los aspectos culturales, de las capacidades organizacionales y del capital humano.

En algunas organizaciones quizá se trate de reconstruir por completo su negocio o de evolucionarlo, todo bajo la premisa de una búsqueda constante para entregar valor a los clientes a un ritmo cada vez más acelerado.

Y es ahí donde se requiere una estrategia de transformación que incluya un proceso de innovación continuo e incremental. Como cualquier estrategia y sobre todo una que abarca varios años, se requiere realizar varias reflexiones, hacer varias definiciones y responder ciertas preguntas, además de hacer ciertos análisis desde dos perspectivas, la actual y futura, como lo hacen los lentes bifocales.

Recordando el libro titulado Planeación estratégica, lo que todo director debe saber de George A. Steiner (2003), quien sostiene que: “la esencia de la planeación estratégica consiste en la identificación sistemática de las oportunidades y peligros que surgen en el futuro, los cuales combinados con otros datos importantes proporcionan la base para que una empresa tome mejores decisiones en el presente para explotar las oportunidades y evitar los peligros”. Se comprende entonces que, para transformar digitalmente a una organización, es necesario definir una estrategia de largo alcance, instrumentarla y ponerla en ejecución. Con esto, al mismo tiempo de ir haciendo lo necesario en el plazo inmediato para iniciar el camino hacia la completa transformación, se va construyendo la continuidad de la ruta a transitar tanto el mediano como el largo plazo. 

Aún con la automatización existente, es innegable el hecho de que el talento humano es quien realiza la ejecución de la estrategia, es quien toma las decisiones por excepción, es quien hace la definición de políticas y desarrolla los procedimientos, es el responsable de utilizar los recursos para los fines de su asignación, es quien colabora y contribuye con otros para lograr los objetivos grupales y organizacionales, entre otras actividades clave. Por lo tanto, es muy importante que cada una de las personas que integran a la organización, conozcan las expectativas de su contribución individual y la conviertan en realidad, haciendo lo que se espera de ellas. Con esto, la empresa logrará obtener el compromiso individual y grupal de todos los miembros de la organización, logrando un efecto sinérgico. De esta manera, todas las personas y todas las áreas estarán comprometidas a los mismos fines y permitirán a la empresa lograr llegar al cumplimiento de sus objetivos estratégicos y desarrollar un aprendizaje. A esta capacidad de cumplimiento se le conoce como la capacidad de ejecución estratégica.

La ejecución de la estrategia de transformación digital necesita un proceso de control holístico, los autores Robert N. Anthony & Vijay Govindarajan, en su libro Management Control Systems, mencionan al respecto que “no obstante lo sistemático de los procesos de control, no se pueden dejar fuera del análisis las consideraciones del comportamiento, ya que son los individuos y su interacción, los que generan los resultados en las organizaciones, por lo que, la estructura de la organización, su cultura y su administración de recursos humanos deben estar ligados”.

Con todo lo anterior descrito, queda muy claro que cualquier estrategia de transformación digital implica que el capital humano sea quien lleve a la organización a un entorno operativo con el uso intensivo del software, y serán los lideres de esta transformación quienes se aseguren de la alineación de este esfuerzo a la estrategia general de la empresa y a las prioridades organizacionales.

No hay que olvidar que la transformación organizacional incluye cosas como experimentación en la transición para el liderazgo digital y el rediseño del trabajo, de esta manera y de manera progresiva se irá adquiriendo cierta madurez en las experiencias de los clientes y en las experiencias de los colaboradores.

Como columna de apoyo para la estrategia de transformación digital es importante sumar la gobernanza haciendo énfasis en los controles pertinentes, en la estructura de toma de decisiones, la definición de roles y responsabilidades, la planeación, justificación y soporte de las inversiones y gastos para cuidar que el área de TI realmente aporte de valor al negocio, que no invierta los recursos asignados en malos proyectos, que vele por el acceso autorizado a los datos y aplicaciones, así como también contar con los mecanismos de seguridad de la información necesarios.

Ahora bien, es importante señalar que no hay una receta probada y ninguna estrategia que por haber sido definida sea exitosa, al contrario, cualquier estrategia requiere revisión y ajuste en el momento oportuno. Es necesario avanzar con cuidado y medir el avance de manera continua en todos los aspectos contemplados en la estrategia de transformación digital, sobre todo en el despliegue de las nuevas capacidades digitales, en el desarrollo de las nuevas habilidades y competencias en los colaboradores, al rompimiento de la zona de confort o status quo, y en los ajustes a la cultura organizacional, ya que es posible caer en escenarios complicados de resolver particularmente cuando se acelera la adopción tecnológica y la transformación organizacional y cultural no se han abordado o su avance es poco.

Copyright © La autora es Patricia Luna Arredondosocia fundadora y directora de Calimeria Business Intelligence, SA de CV, empresa especializada en soluciones para la alta dirección y gerencia, dedicada a desarrollar la capacidad de ejecución estratégica y competitividad de personas y organizaciones en diversos temas relacionados con la gestión y desarrollo de negocios. calimeria.com